lunes, 29 de abril de 2013

1º DE MAYO: CONTRA EL CAPITALISMO Y PATRIARCADO por AFPanteras


El 1 de mayo siempre ha sido una fecha en la cual, las organizaciones con conciencia social recuerdan a los/as trabajadores/as que lucharon e incluso dieron su vida por mejorar sus condiciones laborales. Es un día para reivindicar una sociedad justa, en la que no haya dos clases donde una explota a la otra.

Así como la historia sigue sucediéndose, el capitalismo devora ferozmente a las personas pertenecientes a la clase trabajadora, sin recursos, sin ayudas y sin un futuro digno. No paralelamente sino más bien de manera transversal existe otro sistema de opresión denominado patriarcado; este no repercute en el enfrentamiento entre clases sociales, sino en cómo se otorgan los privilegios a las personas en función del género, permitiendo así la dominación masculina sobre la femenina.

Decimos que es otro sistema de opresión para tratar de clarificar ambos conceptos, y así afirmar rotundamente, que el patriarcado se vale por sí mismo. Está presente en todas las clases sociales, ignorando también etnia, edad o procedencia. No obstante es nuestro deber atacar el papel que el sistema capitalista hace para perpetuar el patriarcado.

El sistema económico bajo el que vivimos no es independiente, no funciona al azar, afecta a lo social y a lo político. Las mujeres históricamente han realizado el trabajo limpieza y de cuidados de manera obligatoria, aunque bajo la premisa de la voluntariedad y de su supuesto don innato de estas, por lo que su trabajo queda invisibilizado. Este trabajo es indispensable, es la base del bienestar social de las personas de una familia, y sin él el capitalismo no se puede sustentar.

Es por ello por lo que decimos que el capitalismo y el patriarcado caminan cogidos de la mano. Al sistema económico lo único que le interesa es la mayor producción y beneficios posibles con los mínimos gastos, para lo que requiere de la explotación de la clase trabajadora y, por supuesto, el trabajo al que quedan relegadas las mujeres.

El sistema del libre mercado se enorgullece de apostar cada vez más por posturas liberales en el que “cada persona haga lo que quiera con su dinero” o que “si alguien se quiere dejar explotar es asunto suyo”, repitiendo una y otra vez que en este país hay libertad de oportunidades y todas las personas somos libres de decidir qué hacer con nuestra vida. Por supuesto esto no es así ya que no tenemos las mismas posibilidades económicas, y se nos limita a la hora de acceder, por ejemplo, al sistema educativo o una vivienda.

Las personas que reniegan del feminismo diciendo que las mujeres ya han conseguido todo, son personas poco formadas en la materia, o bien, personas que se aprovechan de esta explotación, ya sean hombres o mujeres. Entendemos la necesidad del feminismo de clase ya que el capital oprime a todas las personas obreras por igual. Explota al trabajador y a la trabajadora, pero esta sufre una doble discriminación, por género y por clase social.

Ejemplos de esta discriminación son los despidos a mujeres embarazadas, aunque socialmente una mujer que a determinada edad no ha sido madre no es una mujer realizada (está incompleta, “algo raro tendrá para no tener hijos/as”) lo mismo ocurre si no está casada. Esta doble moral oprime a las mujeres. Esta hipocresía financiada por el capitalismo en el que interesan unos factores materiales, basados en la necesidad de consumo, pero por otro lado, para mantener la sociedad tal y como está (con desigualdades desorbitantes entre personas ricas y pobres, con violencia de género a la orden del día, entre otras) se fomentan unos valores totalmente distintos, dejando a la mujer caminando sobre un hilo en el que por poco que se mueva se la tachara de sumisa o de descerebrada, sin que haya términos intermedios, afectando a su vida no solo privada sino a la igual de importante: pública y laboral.

Es por todo ello por lo que este 1 de Mayo queremos hacer especial mención a un discurso que llevamos tiempo repitiendo, y que sintetiza nuestra perspectiva ideológica como organización, atacando dos frentes al mismo tiempo sin tener que elegir contra cual apuntar, ya que sabemos que la destrucción de uno será en vano si no acabamos también con el otro: ¡CONTRA EL CAPITALISMO Y EL PATRIARCADO FEMINISMO DE CLASE Y REVOLUCIONARIO!

¡SIN FEMINISMO NO HAY LUCHA DE CLASES!

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